lunes, 20 de abril de 2015

Experiencias construídas entre lectores: Mi experiencia con un pequeño lector.

 Soy Verónica Fresser, estudiante en el I.F.D.C.de Luis Beltrán y curso cuarto año del Profesorado en Educación Primaria.
Uno de los seminarios que curse en la carrera fue el “Seminario de Literatura Infantil”, y aborda aspectos relacionados a la literatura infantil tales como: su evolución en el tiempo, la manera en que debe ser seleccionada, las temáticas a seleccionar, la función que cumple y la que no debe cumplir, la calidad del texto, del libro etc. 
Cómo cierre del espacio, la propuesta fue invitar a Leer distintas obras literarias a un niño/a  que tuviera entre 6 a 8 años y poner en juego los saberes construidos. Las obras seleccionadas fueron: “Cuentopos de Gulubú”-“Dailan Kifki” de María Elena Walsh y “Los días de Guille” – “Patitas y alas” de María Cristina Ramos.
La invitación se la realicé a mi hijo. Consideraba que esta vez sería distinto, ya que siempre que le leía, elegía libros según mi “intuición” es decir que no tenía conocimientos acerca de los criterios de selección y llevaba a cabo esa lectura de una manera casi “espontanea”. Pero en el último tiempo había adquirido en el área de “Lengua y Literatura” y en “Seminario de Literatura Infantil”,herramientas y conocimientos nuevos, por lo que mi “acción” (leer) ya no iba a llevarse a cabo de la misma manera, sino que sería una “acción controlada y consciente”.
Yo tenía por objetivo cumplir para “ser evaluada”, pero nunca perdí de vista la responsabilidad que implica la lectura de literatura a un niño para que sea una situación de goce (para ambos).
Por lo tanto evite desde mis acciones, que él asociara esta actividad tan importante a una imposición o “carga”, considero que la lectura es todo lo contrario, es una necesidad para sentir un tipo de placer. Algunas de mis estrategias por lo tanto, fue buscar el momento adecuado para leerle (en los que no estuviera cansado por ejemplo) y trataba en lo posible, que el momento de la lectura fuera elegido por él. En ocasiones descubría en él un desinterés por algunos cuentos, quizá por su temática, yo podía captar eso  por su respuesta y le proponía distintas alternativas para motivarlo. Entiendo que no solo hay que buscar los momentos adecuados para leer sino que los libros o los textos se deben adecuar a los estados de ánimo y al momento de cada uno ,respecto a esta posición un ejemplo claro que puedo dar, es que cuando terminábamos de leer un libro o cuento, el siguiente lo quería elegir él y sus elecciones no coincidían con las propuestas en el seminario , un día eligió un libro: “El secreto” de Rhonda Byrne que me pertenece  y al cual el adoraba no sé por qué motivo.
Tuve un arduo trabajo, apelar a la paciencia, esperar, consentir, promover el interés en algunos casos, etc. Pero obtuvimos una recompensa: Compartir con alguien experiencias de la lectura y construir distintos sentidos.




Comparto con ustedes estos enlaces,en los que encontrarán aportes y reflexiones acerca del tema que ha sido eje de mi relato:

https://lamemoriayelsol.wordpress.com/2010/06/23/laura-devetach-la-construccion-del-camino-lector-y-el-fomento-de-la-lectura/

http://planlectura.educ.ar/pdf/La_gran_ocasion.pdf

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